Independiente le amargó la fiesta sobre el final

Seguramente no es un buen momento para hacer un análisis del pobre empate que recientemente acaba de obtener Estudiantes con Independiente, pero desde el lado de hincha voy a hacer el esfuerzo de no irme por las ramas, y hablar, aunque sea difícil, de lo que pasó adentro del campo de juego. Donde el primer tiempo lo tuvo al pincha como único protagonista, creando innumerables situaciones de gol, que en algunos casos los delanteros y en otros los defensores con sus cabezazos, despilfarraron de forma increible. En la segunda parte también arrancó mejor el local, que sin tantas ideas pero con mucho empuje, lo fue a buscar en campo rival, hasta concretar con un penal resuelto por La Bruja Verón, el tan anciado gol que merecía hace rato. A partir de allí todo cambió, sensini sacó primero a Moreno y después a Enzo Perez, de muy buen rendimiento en la primera etapa, y replegó a Estudiantes en su campo. Independiente, con muy pocas ideas, comenzó a jugar cada vez más cerca de Mariano Andujar, aunque sin generar mucho peligro. Hasta que a los 41 min., luego de una gran jugada de uno de los jugadores más mala leche del fútbol argentino (Pusineri) que habilitó al tanque Germán Denis y este definió cruzado, llegó el empate del club de Avellaneda. Luego de ese gol no hubo más llegadas a los arcos y el tiempo se fue diluyendo junto con el fútbol de Estudiantes, que esta vez con un Verón inspiradísimo, no pudo quedarse con los 3 puntos. Queda por resaltar el mal arbitraje de Pezzota, que amonestó demasiado y sin mucho criterio (por ejemplo en el caso de Basanta), y también el increible festejo de la hinchada visitante, que dió la sensación que le había ganado al Manchester, en el Old Trafford. Sinceramente sorprendente, reflejo de un club chiquitito..